Dentro de las estrategias online, el marketing de contenidos es una de las más efectivas y usadas por las empresas en la actualidad. Disponer de un plan de contenidos bien definido te ayudará a alcanzar tus metas empresariales y de mercado. Antes de comenzar vamos a explicar qué es un plan de contenidos en su totalidad.
En qué consiste un plan de contenidos
Un plan de contenidos es una técnica a través de la cual, podremos concretar y programar cuál será la línea de la información que daremos a nuestro público objetivo. Toda estrategia de marketing de contenidos cuenta con un plan de contenidos previo que la defina.
Según el formato en el que vayamos a trabajar, bien sea una página web, un blog, las redes sociales, etc., el contenido será correctamente adaptado previamente en la redacción del plan de contenidos. Por ejemplo, no es lo mismo un plan de contenidos para redes sociales que un plan de contenidos web.
Cómo crear un buen plan de contenidos
Para garantizar el éxito de una estrategia de marketing es importante realizar una planificación previa antes de ponerla en marcha. A día de hoy, existen empresas que lanzan sus estrategias al aire sin un plan definido, esto es como disparar con los ojos cerrados.
No importa el número de balas de las que dispongas si al final estás dando palos de ciego. Por este motivo, para la creación de un plan de contenidos óptimo son necesarios una serie de pasos.
⚡️ Hacer un diagnóstico previo
Esto implica desde analizar la situación propia de la empresa, así como el estado del mercado que la rodea. Una buena forma de realizar este diagnóstico es completar un informe DAFO.
En él, se pueden analizar las debilidades, las amenazas externas, las fortalezas empresariales y las oportunidades que nos ofrece nuestro entorno. El informe DAFO te ayudará a analizar la situación interna de la marca con respecto a la situación externa del mercado en el que se va a mover.
Siempre es importante preguntarse qué queremos conseguir de nuestro plan de contenidos. Mayor tráfico web, prestigio y reconocimiento, generación de leads, posicionamiento SEO, etc.
Una vez claros estos datos podremos trabajar mejor, ya que la estrategia puede ser orientada hacia el alcance de estas metas. Un plan de contenidos es inviable si no tenemos claro hacia dónde lo vamos a orientar. O lo que es lo mismo, si no le decimos qué objetivos son necesarios para su efectividad.
⚡️ Definir claramente cuál es nuestro público
Es posible que tu empresa solo tenga un tipo de público claramente definido. No obstante, puede darse el caso de que nuestra audiencia pueda ser dividida en varios grupos. Es clave en este punto obtener el target más preciso acerca de nuestra audiencia.
Solo de esta forma sabremos cómo venderles mejor nuestros productos y/o servicios. Conocer a nuestro público implica saber su procedencia (local, nacional o internacional), su edad, su sexo, sus gustos, su clase social, su nivel económico, sus movimientos, etc.
⚡️ Definición de la estrategia
Ya tenemos los objetivos que queremos conseguir y hacia quienes irán dirigidos. O lo que es lo mismo, ya disponemos de las armas y sabemos hacia qué diana disparar.
Es momento de definir la estrategia de contenidos que vamos a poner en marcha.
En este punto, tenemos que establecer qué tipo de contenido vamos a publicar (temas y línea editorial), en qué formato lo vamos a publicar (texto, imagen, vídeo, etc), con qué frecuencia publicaremos nuestros contenidos (diaria, semanal o mensual) y dónde los publicaremos (blog, página web, redes sociales, canales temáticos, etc).
Toda esta información determinará cuál será nuestra estrategia de contenidos.
Cómo crear los mejores contenidos para tu marca
Para crear contenidos creativos y de calidad, es necesario ser muy metódicos. Seguir un proceso que te permita aprender de tus errores y ser cada vez mejor con el paso del tiempo. Un primer contenido nos llevará a la creación de otro contenido mejor y más eficaz. La elaboración de contenidos blog, contenidos web, etc., es una labor que requiere tiempo y dedicación. Un trabajo en el que no se pueden olvidar nunca los puntos anteriores:
– Objetivos.
– Target del público objetivo.
– Análisis de la competencia.
Este último apartado es muy relevante en el momento de escoger qué contenidos publicar o cuáles no publicar. Ver lo que está ofreciendo la competencia a sus clientes nos dará pistas hacia el camino correcto. Una buena estrategia es producir contenidos dedicados en un 80 % a tus clientes y un 20 % dedicados a la marca. De esta forma, tus clientes se sentirán atendidos y contentos. Pensar más en los consumidores nos llevará a ofrecer una información mucho más personalizada y valiosa. Son aspectos muy apreciados por los compradores de hoy en día.
Para que un contenido sea atractivo y merezca la pena ha de contener las siguientes características:
– Mejor un mensaje corto, pero personalizado que uno muy extenso y sin personalizar.
– El contenido ha de estar adaptado al momento de compra en el que el consumidor se encuentra.
– Ha de ser un contenido adaptado a las necesidades y preferencias de tu público objetivo.
– Ha de ser creativo e innovador.
– Debe contener el Call to Action que dirija al cliente hacia su objetivo de compra.
– El siguiente paso una vez que hayamos definido bien qué contenidos vamos a crear, es distribuirlos y observar qué pasa.
Medición y análisis de contenido
Los diferentes métodos y herramientas que existen para este fin, nos permitirán averiguar si nuestros contenidos están surtiendo el efecto esperado. Medimos, de esta forma, la efectividad de los mensajes. Comprobamos, así, si nuestra comunicación con el público está siendo efectiva o si, por el contrario, no está reportando los beneficios esperados.
Poder medir los resultados que está produciendo nuestra estrategia de marketing de contenidos, nos permitirá corregir errores, conocer la reacción y opinión de la audiencia, así como si estamos cerca de cumplir con nuestros objetivos o, por el contrario, nos estamos alejando de ellos.
Para poder realizar una medición y un análisis de los resultados de nuestra estrategia, las metas han de cumplir los requisitos SMART. Es decir, han de ser:
1. Específicos (Specific).
2. Medibles.
3. Alcanzables.
4. Realistas.
5. Definidos en el tiempo.
Asimismo, para medir la calidad de nuestros contenidos existen unos KPI o indicadores clave de desempeño que nos permiten la evaluación y efectividad de los mensajes. Son los siguientes:
1. Viralización: Un contenido de calidad y aceptado por la audiencia siempre es susceptible de ser compartido por los usuarios. Esto define su viralidad en la red. Cuantas más veces haya sido compartido en los diferentes canales más viral se ha convertido. Cuanto más viral sea mejores resultados estará reportando a nuestra estrategia de marketing.
2. Comentarios generados por el contenido: Observar el debate que se genera en torno a un contenido es un clave indicador de su efectividad. Los comentarios que deja el público en el blog de la empresa, en las redes sociales, etc nos aportarán datos acerca de si estamos haciendo las cosas bien o no. Esta es una buena herramienta de feedback con información muy útil para nosotros.
3. Sentimientos qué provoca: Los comentarios que un contenido produce pueden traducirse en forma de sentimientos. ¿Son comentarios positivos, alegres o son comentarios de desacuerdo, negativos y destructores? En este caso, no cuenta la calidad de los comentarios sino la calidad de los mismos.
Herramientas de análisis
Los puntos mencionados en el apartado anterior nos dan pistas sobre la calidad de nuestros mensajes. Para analizar esos resultados con datos numéricos y estadísticas lo más recomendable es hacerlo mediante herramientas específicas para ello. Una de las más usadas en este sentido es Google Analytics. Si tu estrategia está dirigida a las redes sociales puedes usar los informes de Facebook y Twitter Analytics. Porque ¿de qué sirve un buen plan de contenidos si no sabemos si ha sido eficaz o no?
En definitiva, un plan de marketing de contenidos es una de las estrategias que no deben faltar dentro del plan de marketing general de cualquier empresa. La información que ofrecemos a nuestros clientes aporta un valor añadido a nuestros productos y/o servicios que hace que nuestra imagen como empresa sea apreciada como más cercana.
Por este motivo, es importante saber hacer las cosas bien. Porque al igual que un buen plan de contenidos puede aportarnos grandes beneficios, un plan de contenidos nefasto puede llevarnos a la ruina. Así que recordemos bien los pasos a seguir, sin olvidar nunca definir bien cuáles son nuestros objetivos, hacia qué audiencia van a ir dirigidos, con qué frecuencia y a través de qué medios vamos a distribuir los contenidos.
El futuro de nuestra marca está en juego y el marketing online es el rey de internet. No dejemos al azar algo tan importante como el bienestar de nuestra audiencia con respecto a lo que nuestra empresa les sugiere. Los clientes satisfechos son clientes fieles. Y los clientes fieles son la mejor forma de publicidad que existe.